Las empresas de Lanús, Lomas de Zamora y Avellaneda radicadas en los alrededores del Riachuelo deben someterse a un nuevo empadronamiento en la ACUMAR (Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo).
Deberan hacerlo porque, al estar cerca, tienen directa relación con el saneamiento de ese brazo fluvial.
Con ese motivo, comenzó el miércoles 3 un ciclo de charlas explicativas, del que participó el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, en un salón de eventos de Lanús Oeste.
Esta medida busca actualizar información -el primer empadronamiento se realizó en 2010- para adecuarla tanto a la nueva normativa de vuelco como a la digitalización de todo el proceso de fiscalización de los establecimientos industriales, comerciales y de servicios que están asentados en ese área geográfica.
“Desde el Municipio, desarrollamos acciones constantes para preservar y mejorar la calidad de vida de las familias que viven en la zona ribereña. Sabemos que la responsabilidad empresaria es la otra pata de la cuestión y, por eso, acompañamos y ponemos en marcha cada uno de los proyectos que elabora este organismo”, manifestó el jefe comunal.
or su parte, la titular de ACUMAR, Dorina Bonetti explicó que “el empadronamiento es una herramienta para mejorar, pero también para controlar mejor lo que sucede en nuestra Cuenca. Incorporamos por primera vez un índice de incidencia ambiental que nos permitirá establecer con seguridad quién y porqué es de seguimiento prioritario para ACUMAR”.
Estuvieron, además, el director General Ambiental de ACUMAR, Nicolás Bardella y representantes del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires y de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación