Yo no puedo creer como todavía permiten la tracción a sangre. A los gobiernos no les costaría nada dar unas bicicletas con una caja atrás. Hasta generarían más fuentes de empleos tanto para las fábricas o metalúrgicas como para el q tiene ese medio de transporte.
Que hagan eso en vez de andar haciendo proselitismo en cambiar los nombres de las calles, qué no les genera ningún beneficio a nadie, más que propaganda política. No soluciona la pobreza ni nada de aquello para los que se los vota.
En definitiva, que no cambien el nombre a las calles, sino que las arreglen, que tapen los baches.
Beatriz Biondi. Villa Industriales.