El intendente de Lanús y aspirante a competir por la gobernaciòn bonaerense, Néstor Grindetti, consideró que no hay riesgo de un estallido social como en 2001 por “la red de contención con ayuda directa a los más necesitados”.
Copn respecto a los planes sociales, el jefe comunal se diferenció de la vicepresidenta Cristina Fernández que “nuestra idea no es controlar el recurso económico, sino que nos pasen la nómina de los beneficiarios de los planes y darles un lugar de trabajo”.
En una entrevista que publicó hoy el diario Ámbito Financiero, se volcó a favor de separar las elecciones provinciales de la nacional, y que aunque “no es momento de hablar de candidaturas, creo que hayu quie darle una posibilidad a los intendentes” para que sean candidatos a la gobernación, candidatura sobre las que, confía “en el PRO nos vamos a poner de acuerdo”.
Con respecto a la situación económica, Grindetti alertó que “hay mucha preocupación, no hay referencia de precios, los comerciantes no saben a qué valor van a poder reponer la mercadería, a esto se suma las dificultades para contratar personal por dos motivos, uno las cargas laborales y la falta de previsibilidad y lo otro por la falta de empleos calificados o especializados, estamos viendo una crisis de oficios, faltan soldadores, matriceros, gastronómicos, hay oficios esenciales que se están perdiendo”
No obstante, no ve riesgos de estallido social o saqueos, ya que “la situación es límite pero a diferencia del 2001, los Estados nacional, provincial y local han desarrollado una red de contención con ayuda directa a los más necesitados que modera la situación en los barrios populares. Sin embargo, veo otro fenómeno nuevo que es la clase media empobrecida, que junta el mango para que sus hijos se vayan del país, es en general el pequeño comerciante o profesional que trabaja en blanco pero su salario no cubre la canasta básica, “laburan y son pobres”, se rompió ese contrato social que me enseñaron mis viejos, si estudias y laburas nunca te va a faltar nada y eso hoy no está pasando.
La clase media nunca estuvo acostumbrada a vivir con asistencia del Estado, es un grupo silencioso que vive este momento con angustia y resignación, con esa sensación de que este país no tiene arreglo. Es difícil saber si la resignación se va a transformar en otro estado de ánimo o se va a seguir profundizando”.
El intendente criticó a la gestión del gobernador bonaerense Axel Kicillof, ya que “veo a una gestión paralizada, sin iniciativa propia y con mucho sesgo ideológico, me cuesta puntualizar una política pública que se destaque, es cierto que ha cambiado en este último tiempo con la incorporación de Insaurralde y otros exintendentes al gabinete, ha habido una dinámica distinta sobre todo de la burocracia administrativa”
Dioferenció a la administración Kicillof con la de su antecesora, María Eugenia Vidal, al señalar que “en cambio la gestión de Vidal es recordada por la lucha contra el narcotráfico, la implementación del SAME o la red AMBA de Salud, para citar algunos ejemplos”.
Sobre el manejo de los planes sociales, Grindetti remarcó que “nosotros venimos proponiendo eso desde antes que lo ponga en agenda la vicepresidente, creemos que es una manera de contribuir a empezar, de a poco ,darle una resolución a esta situación que se transformó en una bola de nieve. Nuestra idea no es controlar el recurso económico, sino que nos pasen la nómina de los beneficiarios de los planes y darles un lugar de trabajo, asignarles una tarea, controlar asistencia y luego favorecer la educación no formal fundamentalmente en oficios para que logren una salida laboral en el sector privado”.
Si bien aclaró que con los movimientos sociales “buscamos tener un trato cordial con todos, ayudamos a los comedores comunitarios y las ollas populares”, acusó que “sin embargo en muchos casos nos enfrentamos a líderes sociales que se ponen en una situación beligerante, que utilizan a la gente para manifestarse y cortar calles, ahí es cuando se rompe la cordialidad o la relación de cierta racionalidad que podemos establecer”.
Otro tema abordado fue el de su candidatura a gobernador de la Provincia de Buenos Aires desde 2023, en la que confío que en el PRO “nos vamos a poner de acuerdo” sobre quién va a ser el candidato, “como lo hicimos siempre a lo largo de estos 20 años, con diálogo y haciendo primar la cordura y lo mejor para el espacio. Creo que ahora es tiempo de construir, escuchar a la gente, encontrar ideas y propuestas para estar preparados si nos toca ser gobierno nuevamente en el 2023”
Sin embargo, también recalcó que “Por respeto al momento crítico que vive la sociedad y habida cuenta que falta todavía mucho para el año electoral, no me parece que sea el momento adecuado para hablar de candidaturas en términos de nombres propios”.
“Estoy recorriendo la provincia y conociendo otras realidades muy distintas a Lanús, yo tengo el termómetro de lo que pasa en el conurbano pero el interior de la provincia es diverso, hay una diferencia muy grande entre Tornquist y Lanús o Avellaneda y Carmen de Patagones. Estamos en ese camino, escuchando y están cerca de los problemas para empezar a ver cuales son las soluciones posibles. Sí creo que hay que darle una oportunidad a los intendentes o aquel que haya tenido experiencia de gestión en la provincia de Buenos Aires”, completó.
Además, con respecto al desdobalmiento de las elecciones, Grindetti apoyó el proyecto de ley en ese sentido “presentada por el senador provincial Joaquín De la Torre, para desdoblar la elección de cara al 2025, estoy de acuerdo para no aparecer ahora especulando de cara al año próximo”.
“Creo que hay que discutir los temas de las provincias en una elección separada de la nacional porque siempre los temas nacionales solapan los temas locales, y se termina nacionalizando la discusión. Hay que avanzar en varias reformas electorales en ese sentido como la boleta única en la provincia o el proyecto de ficha limpia”.