A pesar de que el proyecto en beneficio de las personas con Condición de Espectro Autista se aprobó por unanimidad en el HCD., fue la oportunidad para chicanas políticas entre FdT y Juntos. Polémica con Víctor De Gennaro. Juntos acusó a FdT de “dar la espalda a los vecinos de Lanús”, por no tratar proyecto sobre afectación de los aumentos de tarifas a los clubes de barrio.
Un intenso cruce de debates y chicanas dominó ayer el tratamiento y posterior aprobación por unanimidad por el Concejo Deliberante de Lanús de la creación de la “Hora Silenciosa Lanús”, en los comercios de la ciudad, dirigida a las personas con Condición de Espectro Autista.
Minutos antes, la chispa inicial para calentar el clima político en el edificio legislativo de la avenida 9 de Julio 1647 la había encendido el concejal del Frente de Todos Víctor De Gennaro, cuando intentó presentar documentación para defenderse de un pedido del bloque de Juntos por su “responsabilidad en ejercicio de la vicepresidencia en la Comisión Provincial por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires”.
Además, el Frente de Todos rechazó tratar “sobre tablas” el proyecto presentado por Juntos, por el que “manifiesta preocupación por el impacto que tendrá el aumento de tarifas en los clubes de barrio”, y en un comunicado posterior, el oficialismo acusó al FDT de “dar la espalda a los vecinos de Lanús”.
El tratamiento de la creación del programa “Hora Silenciosa Lanús” había tenido augurios de un mediodía feliz cuando el edil del Frente de Todos Julián Álvarez propuso el cambio del logo que deben exhibir los comercios que adhieran a la iniciativa, algo apoyado por la concejal de Juntos Laura Lavandeira.
El programa tiene se fundamenta e el hecho de que las personas con Trastorno del Espectro Autista “sufren hipersensibilidad auditiva, y les resultan en muchos casos molestos y hasta dolorosos los ruidos fuertes”.
El artículo 3ro. de la ahora ordenanza prevé que la “Hora Silenciosa Lanús”, consiste en su aplicación en los comercios (que adherirán optativamente) durante dos horas, dos veces por semana, “deberán bajar la intensidad de su sistema luminario, la música y los altavoces, disminuir el uso de pantallas digitales, desactivar pitidos y ruidos electrónicos de máquinas”.
Pero el clima de concordancia que habían iniciado Álvarez y Lavandeira duró lo que un suspiro, ya que el debate pasó a ser aprovechado como excusa para esgrimas argumentativas entre las opositoras Natalia Gradaschi y Karina Nazabal por un lado, y los oficialistas Emiliano Bursese y Silvana Recalde.
Si bien adelantó que su bloque del Frente de Todos iba a votar positivamente, Gradaschi comenzó su oratoria refiriéndose al supuesto viaje que habría de realizar a París, Francia, la secretaria de Cultura, Thelma Vivoni. “Aprobar este proyecto (de la Hora Silenciosa) parece un mimo a la funcionaria que no puede viajar a París y ahora se la llevan, creo que a Santa Teresita”, comenzó Gradaschi, lo que provocó el inmediato llamado del presidente, Jorge Schiavone: “¡Se tiene que referir a este expediente, concejal!”.
Sobre el proyecto, Gradaschi argumentó que “es malo, raya con la hipocresía. No se pueden tratar proyectos espasmódicos para lavar nuestras culpas aprobándolo cuando ya tenemos ordenanzas para avanzar hacia un municipio inclusivo y no se cumplen. Hasta que no logremos -en la ciudad – un entorno realmente inclusivo que arrase con todas las barreras arquitectónicas y sociales, estos van a ser proyectos espasmódicos y para lavar culpas”,
Gradaschi justificó su calificativo de “hipócrita” al proyecto porque, para su elaboración “no se convocó a las personas con CEA o sus familiares, como lo ordena una Ley provincial, quej el intendente incumple sistemáticamente”.
Además, la edil criticó que “la simbología” con la cual se deben identificar los comercios que adhieran, que, dijo, es “ofensiva para los que integran el espectro autista porque es un rompecabezas al que le falta una pieza, lo que significa que a sus cerebros les falta algo, y de ninguna manera les falta una pieza”. Pero el secretario Héctor Montero dio lectura al artículo 4º, que si bien prevé que los comercios adheridos deberán colocar carteles con imágenes anticipatorias y pictogramas, no especifica una simbología en particular, lo que luego remarcó la edil de Juntos Laura Lavandeira.
Lavandeira se quejó de que en el mismo Concejo “¡no se cumple la prohibición de fumar, y yo tengo una discapacidad pulmonar, me hace muy mal aspirar ese humo. Entonces, empecemos por casa!
La también peronista Lorena Flores Barrios endilgó al oficialismo que no se cumplen varias ordenanzas aprobadas para las personas con algún tipo de discapacidad en el mismo Concejo, como la folletería sobre cuidados contra el Covid con pictogramas y en sistema Braille, el uso de barbijos transparentes y la traducción con lenguaje de señas de la transmisión de las sesiones y los textos de los proyectos.
El radical Bursese reinició las chicanas, al señalar que “ya que estamos en el mes de la niñez, ¿por qué no aprovecharla para transmitir cómo estaba la niñez, la discapacidad, las áreas de protección de derechos cuando recibió el gobierno el intendente Grindetti? Por ejemplo que la obtención del certificado de discapacidad tardaba tres meses y ahora se obtiene en el día…”
“-¡Sí, dale, hagámoslo!”, lo desafió Karina Nazabal, esposa de Darío Díaz Pérez, antecesor de Grindetti, interrumpiendo a Bursese. Recalde le reclamó al presidente que ordene que su compañero de bancada continúe con la palabra, mientras Julián Álvarez y Gradaschi, al mismo tiempo le reclamaban a Schiavone a los gritos que les diera la palabra. Todo se desmadró.
Finalmente, el proyecto se convirtió en ordenanza con el voto unánime.
Al incio de la sesión, cuando se dispuso el pase para que sea tratado primero por la respectiva Comisión el pedido de Juntos sobre la situación de De Gennaro, el también exdiputado y exsindicalista se levantó de su banca (algo totalmente inusual en plena sesión) y le entregó a Schiavone seis carpetas con sus descargos: “le pido que les entregue a cada concejal el descargo que me solicita esa resolución”. Pero el presidente del Cuerpo le respondió que “No, concejal. Usted tiene derecho a presentar un expediente como todo ciudadano de Lanús, pero debe hacerlo por mesa de entradas, esta no es la forma”.
En otro orden, se arpobó convalidar el convenio con firmas gastronómicas de la zona conocida como Lanusita “con el objeto de llevar adelante cursos teóricos- prácticos profesionales”.
Por último, no se aprobó el tratamiento sobre tablas del proyecto de “Juntos” de manifestar preocupación por el impacto que tendrá el aumento de tarifas de los servicios públicos en los clubes de barrio. En un comunicado posterior, Juntos acusó al “Bloque del Frente de Todos” de que “se negó a tratar el proyecto presentado por Juntos la flexibilización en los requisitos de acceso a la tarifa social de los seivicios públicos de los más de 160 clubes de barrio”.
“Los concejales del Frente de Todos, una vez más le dan la espalda a los vecinos de Lanús y solo priorizan la defensa de las políticas del Gobierno nacional, aún cuan do estas están por sobre los intereses de las instituciones sociales y deportivas de Lanús”, se explaya el comunicado.